Spiga

Advertencia verde

Pocos son los que se han dado cuenta de lo verdaderamente complejo que es el tema del D.L. 1015, recientemente derogado. Como señala Augusto Álvarez Rodrich, "implica mucho más que el porcentaje para que las comunidades de la amazonía decidan sobre el futuro de sus tierras". Descubre una política nada democratica con la que este Gobierno esta actuando desde el inicio de su mandato, utilizando a parte de la prensa para su encubrimiento; alenta más a la exclusión de nuestras "comunidades amazónicas", igualmente peruanos que cualquier otro (solo basta leer lo que Santiago Pedraglio nos recuerda en su columna de ayer); crea un ambiente que podría transformarse en una calca a lo vivido en la decada de los 80's, pasando su centro de acciones de la sierra a la selva.


Más allá de la conveniencia del decreto, un asunto no menos relevante es la forma como se promulgó. El gobierno no se tomó el trabajo de consultarles a las comunidades –como lo prevén los tratados internacionales firmados por el país– ni, menos aun, de explicárselos, a pesar de que el recelo se veía venir desde hace tiempo. Eso está en la base de la protesta amazónica.

Pero también está la profunda desconfianza que existe en la amazonía por la prédica de un Estado que, en la práctica, está ausente en la región, así como por la inversión privada que se anuncia que traería el decreto 1015.


Tras más de 25 años es un problema que sigue permanente; alguna vez fue en Ayacucho, ahora las condiciones se estan traslandado a la Selva.
Tras una lectura marxista - leninista, las "condiciones objetivas" (situación social revolucionaria) con las cuales "Sendero Luminoso" comenzo su "revolución armada" se estan presentando en la selva. Dichas condiciones son que, en palabras de Abimael Guzmán, "los de abajo sufran de explotación; los de arriba no puedan mandar".
Ocurrido esto, el único ingrediente para la receta del caos sería, como lo anota Lenin, la "clase revolucionaria". "Ni la opresión de los de abajo ni la crisis de los de arriba bastan para producir la revolución (...) si el país dado carece de la clase revolucionaria capaz de transformar el estado pasivo de opresión (en otro activo) de insurrección".
Teniendo eso en mente, aunque piense que las revoluciones ya fueron, si el ambiente sigue así o se agrava, solo falta alguien que se aproveche de la situación para quebrantar al Estado.

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